Maranatha News.- Barack Obama parece buscar apoyos
Antes de lanzar su ataque mientras la ONU necesita tiempo para analizar las muestras recogidas durante su trabajo en Damasco. El portavoz del organismo internacional, Martin Nesirky, no quiso dar una fecha para conocer el resultado definitivo de los análisis, pero indició que se harán públicos«lo antes posible» y adelantó que «los investigadores regresarán a Siria» para proseguir su trabajo de campo en otras zonas en las que se sospecha que se han producido ataques con armas prohibidas.
Después de meses sin autorizar su entrada, ahora Siria quiere que los investigadores regresen al país y el ministro de Exteriores, Walid Mualem, pidió a Ban Ki-moon en conversación telefónica el viernes que los expertos se trasladen a las zonas en las que, según el régimen, la oposición armada ha usado armamento prohibido contra el Ejército.
Un freno importante
El equipo de investigadores había salido a primera hora del sábado de Damasco. Cuando los vehículos todoterreno blancos con las siglas UN (Naciones Unidas, por sus siglas en inglés) cruzaron el paso fronterizo rumbo a Beirut muchos sirios pusieron en marcha la cuenta atrás para el bombardeo de Estados Unidos. «Esperamos una agresión en cualquier momento y estamos preparados para responder también en cualquier momento», declaró a la agencia AFP un responsable de los servicios de seguridad sirios, horas después de salida del convoy. La presencia de los expertos del organismo internacional parecía hasta ese momento el freno más importante para el anuncio final de la ofensiva, aunque en el país árabe continúan trabajando personal expatriado de diferentes agencias de la ONU y de otros organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional (CIRC). El discurso de Obama del sábado por la tarde parece haber relajado la tensión, al menos momentáneamente.
El equipo de expertos viajó de Líbano a Holanda para entregar las muestras recogidas en sus cuatro días de trabajo a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), y después serán distribuidas a distintos laboratorios especializados en La Haya. Tras semanas a la espera de los permisos pertinentes llegaron a la capital siria el 18 de agosto, tres días antes del ataque del que se acusan mutuamente régimen y oposición y que, según la inteligencia estadounidense, dejó 1.429 muertos, de ellos 426 niños. Un ataque que, según la inteligencia de Estados Unidos, fue ordenado por las fuerzas de Assad lo que supone el principal argumento para justificar la ofensiva.
Tras cuatro días sobre el terreno recogiendo muestras y entrevistando a víctimas y después de sufrir un tiroteo a manos de francotiradores, el equipo de la organización internacional completó un trabajo que tiene el objetivo final de determinar si se han empleado o no sustancias químicas. El mandato de la ONU no incluye la obligación de investigar cuál de las dos partes está detrás de los ataques.